martes, 3 de octubre de 2017

CUESTIÓN DE PERCEPCIÓN

Las personas somos seres sociales y por ello necesitamos vivir en contacto con otros seres humanos. La convivencia entre personas, no siempre resulta fácil y/o agradable, a veces, supone un verdadero esfuerzo defender nuestros argumentos sin pretender que nuestros semejantes los compartan o apoyen. El panorama social que nos toca vivir en la actualidad requiere, a mi juicio, de una tremenda dosis de empatía, de generosidad,  de ser capaces de ponernos en "los zapatos del otro". Para lograr una convivencia pacífica debemos abogar por la vía del diálogo cuya finalidad debe ser comprender a nuestros semejantes. Esto puesto sobre el papel parece sencillo, pero cuando dos posturas se enfrentan surgen otros muchos intereses adicionales a la causa que, desvirtúan el problema inicial. Para reflexionar un poco sobre todo esto, os traigo un viejo cuento de la India que ilustra de manera clara y sencilla qué es lo que está pasando actualmente en nuestro país a nivel político. Ojalá fuéramos capaces de solucionar las diferencias que nos separan mirando a la vida con la sencillez con la que lo hacen los niños. Como siempre, espero que os guste.


                     EL ELEFANTE Y LOS SABIOS



Érase una vez seis hombres sabios que vivían en una pequeña aldea. Los seis sabios eran ciegos. Un día alguien llevó un elefante a la aldea. Los seis sabios buscaban la manera de saber cómo era un elefante, ya que no lo podían ver.
-Ya lo sé,-dijo uno de ellos- ¡Palpémoslo!
-Buena idea,-dijeron los demás-. Ahora sabremos cómo es un elefante.
Así, los seis sabios fueron a "ver" al elefante.
El primero palpó una de las grandes orejas del elefante. La tocaba lentamente hacia adelante y hacia atrás.
-El elefante es como un gran abanico,-gritó el primer hombre.
El segundo tanteó las patas del elefante.
-Es como un árbol,-exclamó.
-Ambos estáis equivocados,-dijo el tercer hombre-. El elefante es como una soga.(Éste había examinado la cola).
Justamente entonces el cuarto hombre que examinaba los finos colmillos, habló:
-El elefante es como una lanza.
-No, no,-gritó el quinto hombre-. Es como un alto muro.(Había estado palpando el costado del elefante).
El sexto hombre tenía cogida la trompa del elefante.
-Estáis todos equivocados,-dijo-. El elefante es como una serpiente.
-No, no, como una soga.
-Serpiente.
-Un muro.
-Estáis equivocados.
-Estoy en lo cierto.
Los seis hombres se ensalzaron en una interminable discusión durante horas sin ponerse de acuerdo sobre cómo era el elefante.





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